lunes, 7 de septiembre de 2009

The man with the movie camera


Es curioso como un filme que estuvo prohibido por muchísimo tiempo es hoy en día una película clave cuando se estudia cinematografía, podríamos decir que Vertov no es solamente el padre del documental si no también del montaje, y aunque es difícil de creer que las bases del montaje moderno fueron sentadas ya hace aproximadamente 80 años es algo impresionante.

Al acercarnos hacia el final del documental “The man with the movie camera” podemos notar entre otras una clara aceleración en el montaje. Además podemos notar Vertov empieza a hacer todas las conclusiones sobre los conceptos planteados durante el filme, es decir como la escuela rusa lo hacia. Tesis, antitesis y síntesis. Nosotros por supuesto estamos hablando de la síntesis de la película, por tratarse de el final, es decir donde Vertov cierra todos los conceptos que expuso durante el documental.

En partes anteriores ya nos habían presentado el lado trabajador y la coreografía con la que funciona una ciudad en Rusia, y ahora nos presenta la perfección a través de el deporte, y las actividades recreativas de las que gozan los habitantes de este país. Siempre desde un punto realista y objetivo, aunque de repente vemos muy marcado el recurso de la cámara lenta, lo cual nos expulsa un poco de la atmosfera realista de la cual nos ha sido presentada, pero lo hace para engrandecer a los atletas olímpicos de su país.

Vertov también nos presenta que el cine es una ilusión. Puede ser manipulada. Igual como un mago, nos presenta en el documental, hace aparecer unas piedras el puede hacer aparecer un grupo de nadadores en un plano abierto o un carrusel sin caballos de repente aparecen los caballos.

Tsivian describe que los momentos de slow motion de los atletas son close ups del tiempo lo que significa que ahora podemos ver la acción cuidadosamente porque permite ver todo el movimiento igual que un close up nos permite ver la reacción de un personaje. Cosas muy sutiles que no se alcanzan ver con el ojo humano, pero con el ojo de la cámara si.

Mucha gente cree que esta película es solo un conjunto de tomas aleatorias las cuales no tienen un hilo conductor, pero para el espectador culto es notable un elaborado discurso sobre la supremacía soviética la cual se nos es presentada por medio de el obrero. Quizás estamos frente a una de las criticas socialistas mas importantes de la historia del cine. Dziga Vertov nos muestra lo obsoleto que es la clase burguesa y lo productiva que es la gente del pueblo.
Este filme compuesto por recortes a manera de collage sobre la vida cotidiana de la ciudad de san Petesburgo, esta influenciado por todos los movimientos vanguardistas de la época, sobretodo por el constructivismo ruso. También es notable su carácter panfletista que promueve los ideales que se estaban estableciendo en esa región en esos tiempos.

Este filme es una mezcla de documental y experimental, pero a pesar de toda la carga ideológica que tiene quizás el punto mas importante que Vertov quiere transmitir es su teoría del CINE OJO que se refiere a que todos deberíamos de tener acceso a una cámara, y que el cine es un derecho de todos, y no debe ser limitado a las personas de la industria y sobre determinados lineamientos. Es decir que todos deberíamos de tener por lo menos acceso a este gran medio de expresión, como si se tratase de los periódicos colectivos de la época. O incluso como lo muestra en su obra el cineasta, el cine es tan de todos como lo es la escritura, la música y la vida.

Vertov también muestra una temporalidad por medio del cine dentro de su película que al final se acaba cerrando en un circulo, para esto usa como ejemplo el cine ya que la película empieza y acaba con la exhibición y durante muestra el rodaje y el montaje para volver de nuevo a la proyección.