lunes, 30 de noviembre de 2009

Sherman's March / Ross McElwee


"Sherman's March: Una meditación sobre la posibilidad del amor romántico en el Sur durante la era de la proliferación de armas nucleares".

Originalmente McElwee se propuso hacer un documental siguiendo la ruta del general Sherman tomó durante la Guerra Civil e investigar el impacto que tuvo en la vida de la gente del pasado y del presente que viven allí, pero de alguna manera terminó marcando la vida de las novias del pasado y prácticamente todas las otras mujeres que encuentra en su viaje, entretejido con los bits de vez en cuando de la historia.

La película es bastante divertida en cierta manera. Charleen, una ex-maestra de él (si mal no recuerdo), contribuye a algunos de los momentos más divertidos. Continuamente Ross es presentado a las niñas de su cuadra aparentemente inagotable de mujeres elegibles. Una de ellas incluso es sin saberlo Charleen mormóna. Y hay una trama secundaria hilarante sobre la precensia de Burt Reynolds, que cada vez mas, se convierte en enemigo de McElwee.

De alguna manera, esta película me enseñó más sobre la cultura americana, las sensibilidades del Sur, en particular, que las películas más "histórico" o documentales combinado. Sé que la Guerra Civil, se considera el acontecimiento histórico más importante en la historia de EE.UU., pero el conflicto invoca a un pasado revolucionario en la historia de la guerra. La campaña de Sherman fue la primera vez en la historia moderna de que la guerra se lleva contra civiles tambien, mientras que su ejército cruzo los estados de Georgia, Carolina del Norte y del Sur, donde aproximadamente unos 60.000 civiles murieron en su camino. Pero su impacto se extiende mucho más allá en el siglo 21. La Guerra Civil y, especialmente, la entrega de la Confederación y sus consecuencias, todavía parecen un factor importante en la definición de la identidad del Sur.
Quizas pudo haber recortado mas la pelicula sinceramente para mi gustó es demasiado tediosa y tiene partes que se sienten de relleno, da la impresión de que el director se encariño con ciertas escenas y no las supo quitar, ya que estas no ayudan al desenvolvimiento de la trama. A veces puede llegar a ser muy lenta, pero tiene un ritmo y estilo que si se llega a sentir muy personal, por momentos uno siente que invade la intimidad del realizador. Las conversaciones, la amenaza nuclear, la ropa y peinados, también hace una cápsula del tiempo maravillosa de los años 80. Combinado con el toque de vez en cuando de la historia y la maravillosa voz en off de Ross McElwee, este es un viaje verdaderamente de descubrimiento de una cultura y una epoca.

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